Los monumentos de Viena son una forma de recordarnos a cada paso que estamos visitando una ciudad imperial. Su rica y atractiva historia, su comida (no dejes de probar el codillo de cerdo 🤤) y su casi perfección, la vuelven un destino ideal para cualquier viajero.
Si tienes unos pocos días en la capital austríaca, y quieres saber cuáles sitios visitar, este artículo es para ti. Puedes recorrerlos por tu cuenta o a través de una visita guiada, lo que es recomendable para conocer la historia detrás de cada lugar. Aprender sobre el pasado es entender el presente, y aunque estés de vacaciones, ¡nunca está demás una clase!
Estos 9 monumentos de Viena son los que debes tener en cuenta para armar tu recorrido por la ciudad. ¡Comencemos!
Palacio de Schönbrunn
Dirección: Schönbrunner Schloßstraße 47, 1130 Vienna
El Palacio de Schönbrunn no solo es el número uno en nuestro listado de monumentos de Viena, sino que es la atracción más visitada de la ciudad. Tanto el palacio como los jardines que los rodean, son una de las cosas más bellas e impactantes que verás en tu viaje. Ambos están declarados como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Breve historia del Palacio de Schönbrunn
La historia de este palacio se remonta a la Edad Media, cuando había otras edificaciones pertenecientes a la mansión de la abadía de Klosterneuburg. Con el paso de los años, lo que comenzó siendo una pequeña finca con un molino y viñedos, fue ampliándose hasta ser una importante hacienda.
En 1569 la propiedad pasa a manos de los Habsburgo a través de Maximiliano II, quien estaba muy interesado en ampliar el parque de caza. Esta afición, así como la hacienda, pasó de generación en generación hasta llegar a manos del emperador Fernando II, y su esposa, Eleonora von Gonzaga.
Cuando Eleonora se convierte en viuda en el año 1637, se instala en la finca y de esta forma pasa a ser un edificio residencial. Manda a construir un chateau de plaisance (castillo de placer) en 1642, y por primera vez se documenta el nombre Schönbrunn. Con el asedio turco de 1683, el chateau de plaisance y su parque fueron severamente dañados; pero en 1688, el arquitecto Johann Bernhard Fischer von Erlach presentó un conjunto de diseños para construir un nuevo palacio se aceptó rápidamente.
Y así el actual palacio fue tomando forma sobre los cimientos del castillo anterior, con algunas dificultades en el proceso, como la muerte del arquitecto o la Guerra de Sucesión española que limitaba la economía.
Alrededor del año 1730 el Palacio pasa a manos de María Teresa, hija de Carlos VI, y es aquí el punto de inflexión en su historia. El reinado de María Teresa marcó el comienzo de una época brillante en la historia de Schönbrunn, y el palacio se convirtió en el centro de la corte y la vida política. Bajo su influencia personal y la supervisión del arquitecto Nikolaus Pacassi, el gran pabellón de caza de José I fue reconstruido y ampliado para convertirlo en una residencia de verano palaciega.
El Palacio de Schönbrunn hoy
De las 1441 habitaciones que tiene este imponente monumento de Viena, sólo se pueden visitar 40, pero es suficiente para sentir la magnificencia del lugar.
Únicamente puedes recorrerlo con una visita guiada, pero aquí hay un adelanto de algunas de las cosas que podrás ver en el recorrido.
- Los apartamentos del emperador Francisco José y su esposa Isabel (o Sisi): las habitaciones, ricamente amuebladas en estilo del siglo XIX, incluyen la sala de audiencias del Emperador y la sala de nogal, con un famoso candelabro, tallado en madera y cubierto de oro.
- El dormitorio de Franz Joseph: aquí se encuentra la misma cama en la que murió el Emperador el 21 de noviembre de 1916.
- Los apartamentos de Maria Teresa: Incluyendo las Habitaciones Bergl, los apartamentos con jardín y la habitación de María Antonieta.
- La Sala Amarilla con su reloj de mármol blanco, obsequio de Napoleón III a Franz Joseph I; y la Sala de Desayuno con sus bellas pinturas florales.
- La Gran Galería, donde se llevaban a cabo los banquetes imperiales.
- El Salón de los Espejos con sus espejos de cristal en marcos rococó dorados.
Éstos son sólo algunos de los puntos más destacados en el recorrido por el Palacio de Schönbrunn.
Con respecto a los jardines del Palacio, podrás recorrerlos de manera gratuita si no quieres comprar un boleto para la visita guiada. Aunque, una vez más, vale la pena conocer a fondo la atracción principal de Viena.
Catedral de San Esteban (Stephansdom)
Dirección: Stephansplatz 3, 1010 Viena
La Catedral de Viena data del año 1137, y se cree que fue construida sobre un antiguo cementerio romano. Su historia es tan rica como sus ornamentos exteriores, que serán lo primero que llamará tu atención.
El órgano, las naves, la capilla y las torres son otros de los sitios que debes conocer si decides visitar esta increíble Catedral. En nuestro artículo “La Catedral de Viena, un ícono de la capital austríaca” podrás conocer con más detalle su historia, qué ver, y mucha información práctica para visitarla.
Palacio Belvedere
Dirección: Prinz Eugen-Straße 27, 1030 Viena
El Palacio Belvedere es un conjunto de edificios barrocos que data de los años 1700, y que hoy en día alberga uno de los Museos de Arte más importantes del mundo. Además del museo, podrás recorrer algunas espectaculares salas, un invernadero bastante único y sus jardines.
Siendo otro de los monumentos de Viena más importantes, el Palacio Belvedere también tiene su propio artículo con su historia, qué ver e información útil, que podrás descubrir en este enlace.
Iglesia de San Carlos Borromeo (Karlskirche)
Dirección: Kreuzherrengasse 1, 1040 Viena
La Iglesia de San Carlos se inauguró, tras 25 años de trabajo, en el año 1737. Su construcción fue ordenada por Carlos VI, para cumplir con su promesa de erigir una iglesia si Viena se liberaba de la peste, enfermedad que azotó a la ciudad en 1713.
San Carlos Borromeo, a quien está dedicada esta iglesia, fue un venerado curandero de los enfermos de dicha enfermedad.
La iglesia fue diseñada por el arquitecto de la corte Johann Bernard Fischer von Erlach, el mismo que diseñó el Palacio de Schönbrunn. Presenta un estilo de arquitectura barroca, con una gran cúpula y dos columnas flanqueando su pórtico, imitando los templos griegos antiguos. Las columnas, inspiradas en la Columna de Trajano en Roma, están decoradas con escenas de la vida de San Carlos Borromeo.
En su interior, lo que más llamará tu atención son los impresionantes frescos de la cúpula, por lo que no debes olvidar mirar hacia arriba. También encontrarás un pequeño museo y tendrás la posibilidad de tomar un ascensor hasta la cima de la cúpula para apreciar mejor el arte de los frescos.
Palacio de Hofburg
Dirección: Hofburg, Michaelerkuppel, 1010 Viena
Otro palacio que se suma a los monumentos de Viena más importantes, en este caso, el Palacio de Hofburg. Este Palacio Imperial es uno de los complejos palaciegos más grandes del mundo, y fue residencia y centro de gobierno de los emperadores Habsburgo hasta 1918.
Los Apartamentos Imperiales, el Museo Sisi y la Colección de Plata son algunas de las cosas que puedes ver dentro de esta gran construcción. Si quieres conocer más, visita nuestro artículo “Qué ver en el Palacio Imperial de Hofburg en Viena”
Kursalon
Dirección: Johannesgasse 33, 1010 Viena, Austria
El Kursalon es uno de los edificios más exclusivos, lujosos y magníficos de Viena, por eso merece un lugar en la lista de los monumentos de Viena que debes conocer.
Se construyó en estilo renacentista italiano entre 1865 y 1867, y fue testigo de los mayores éxitos de los hermanos Strauss. Lo que hoy es el Parque de la Ciudad donde está ubicado el Kursalon, antes era el lugar donde estaban construidas las defensas de la ciudad. En 1857, el emperador Franz Josef I ordenó la demolición de estas fortificaciones y la creación de la Ringstrasse (la avenida circular más famosa de Viena). El parque, cuyo tamaño es de 65.000 metros cuadrados, se inauguró en 1862, y fue diseñado al estilo inglés, basado en los planos de Josef Selleny.
El Kursalon solo se construyó con la intención de darle un valor recreativo al parque; sin embargo, cuando en 1868 Johann Strauss brinda su primer concierto, rápidamente se convierte en un lugar de eventos y encuentros para la sociedad vienesa.
Hoy en día, el Kursalon combina el servicio y el equipamiento de un lugar moderno, sin perder su estilo histórico. Está compuesto por cuatro salones en dos plantas y una terraza de aproximadamente 1000 metros cuadrados con vistas al Parque de la Ciudad.
Para conocerlo por dentro, deberás comprar una entrada para algún concierto, concierto + cena, o para participar de alguna gala.
Rathaus
Dirección: Friedrich-Schmidt-Platz 1, 1010 Viena
El edificio del Ayuntamiento es otro de los monumentos de Viena que bien merecen una visita, por lo menos por su exterior.
Casi todo el año podrás encontrar aquí algún evento, como el festival de cine, una pista de patinaje sobre hielo en invierno o el mercado navideño más importante de Viena. Durante los días de verano, lo que encontrarás son puestos de comida donde podrás probar los diferentes platos de los restaurantes regionales. Alrededor de las nueve de la noche, se proyecta en una pantalla gigante alguna ópera o grabaciones de conciertos.
Puedes conocer el interior del edificio a través de una visita guiada, que se brinda de manera gratuita los lunes, miércoles y viernes a las 13:00 horas, sin necesidad de realizar una reserva previa. Si quieres participar, sólo acércate con unos minutos de antelación al Centro de Información de la Ciudad ubicado en el edificio. Ten en cuenta que estas visitas se dictan en alemán, pero puedes solicitar una audioguía en tu idioma. El itinerario te lleva por la Cámara del Consejo, los dos Salones del Escudo de Armas, los Salones de Piedra, el Salón de Festivales, la Cámara del Senado, las Grandes Escaleras y el Patio con vistas al Rathausmann.
Iglesia de San Pedro (Peterskirche)
Dirección: Petersplatz, 1010 Viena
Construida en 1733 según el diseño barroco de Johan Lukas von Hildebrandt, la Iglesia de San Pedro es considerada una de las iglesias más bonitas de la ciudad. Uno de los motivos es el fresco en la cúpula, pintado por Johann Michael Rottmayr, y el altar dorado que representa el martirio de San Juan de Nepomuk.
La Iglesia actualmente brinda servicio, por lo cual podrás visitarla en cualquier momento, y en la entrada encontrarás una guía gratuita (impresa) para conocer todos sus aspectos. Por ejemplo, podrás ver el órgano barroco construido en 1751, las pinturas ilusionistas que dan la sensación de estar viendo estructuras más grandes, o los retratos en la parte inferior de la cúpula.
Si pasas la Navidad en Viena, encontrarás una exhibición de belenes durante las tres semanas anteriores al 25 de diciembre.
Ópera Estatal (Staatsoper)
Dirección: Opernring 2, 1010 Viena
El último de los monumentos de Viena de la lista es nada más y nada menos que la Ópera Estatal, uno de los principales teatros de ópera del mundo.
Se inauguró el 25 de mayo de 1869, con “Don Giovanni” de Mozart y la presencia del emperador Franz Joseph I y la emperatriz Isabel. Con los años y las presentaciones de grandes directores como Franz von Dingelstedt, Johann Herbeck, Franz Jauner y Wilhelm Jahn, la ópera fue ganando popularidad.
El 12 de marzo de 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, el teatro de la ópera fue severamente dañado durante un bombardeo. Sólo la fachada principal, la gran escalera y el vestíbulo Schwind quedaron en pie. Diez años después, la Ópera Estatal de Viena reabrió sus puertas con un nuevo auditorio y tecnología modernizada.
Hoy en día, se realizan 350 representaciones de más de 60 óperas y ballets diferentes. Cada noche, puedes presenciar artistas de talla mundial junto a los miembros del conjunto permanente en el escenario y en el escritorio del director, acompañados por una orquesta única: la orquesta de Wiener Staatsoper, cuyos miembros al mismo tiempo componen la Orquesta Filarmónica de Viena.
Estos son los 9 monumentos de Viena que vale la pena conocer, aunque no te de el tiempo y solo puedas verlos por fuera.
