La muralla de Finestres es conocida como la “Muralla China” de España, aunque en realidad no es una muralla en sí misma.
Las tierras a ambos lados de la Ribera Ribagorçana, que marca la frontera entre Cataluña y Aragón, a 200 km al oeste de Barcelona, esconden ésta maravilla natural poco explorada. Se trata de una peculiar formación rocosa que se extiende a ambos lados de uno de los brazos del enorme embalse de Canelles.
Esta zona se encuentra en el borde occidental de una sierra llamada del “Montsec” (que significa “Montaña-Seca” en lengua catalana), una de las sierras de moderada altura que discurren paralelas a los Pirineos.
A pesar de formar un paisaje increíblemente pintoresco, no es un lugar al que acudan demasiadas personas, lo que lo hace aún más atractivo.
¿Cómo se formó la muralla de Finestres?
La muralla de Finestres, a la que también llaman Roques de la Villa, se extiende por unos 500 metros y miden aproximadamente diez metros de alto.
Están formadas naturalmente, a causa de la tectónica de placas. Según los estudios, hace muchos años esos grandes muros de piedra estaban en una posición más horizontal, pero los movimientos telúricos los llevaron a ascender.
El efecto de la erosión, que fue muy pronunciada en toda la zona, acabaría generando dos líneas paralelas casi perfectas de dientes aserrados. Estas líneas paralelas se componen de estratos minerales verticales, que discurren a lo largo de uno de los bordes del embalse de Canelles. Cuando las aguas están altas, se genera una especie de bahía en uno de sus brazos laterales.

¿Cómo llegar a la muralla de Finestres?
En coche
Es posible llegar en coche al pueblo abandonado de Finestres, y desde allí deberás caminar algunos cientos de metros hasta los miradores. Debes tener cuidado ya que el camino no está pavimentado, por lo que según el clima, puede estar en malas condiciones.
Se encuentra a 1:20 horas en coche de Huesca, y el pueblo más cercano es Estopiñán del Castillo. Desde éste último debes atravesar el Puente de Penavera sobre el río Guart, y la misma carretera de tierra te conducirá a Finestres.
Si estás planeando una visita a esta zona, échale un vistazo a nuestro artículo dedicado al Congost de Mont-Rebei
En barco o kayak
Otra forma de llegar, mucho más pintoresca y sin la preocupación del camino en mal estado, es por agua.
Hay tours en catamarán que emprenden el viaje a través del asombroso Mont-Rebei, un desfiladero situado entre las provincias de Huesca y Lérida. Otra opción, también desde Viacamp y Litera, es alquilar un kayak para explorarlo por ti mism@
Caminando a la muralla de Finestres
Si eliges la opción de llegar en coche, deberás aparcar en el pueblo “fantasma” de Finestres y comenzar allí tu expedición a pie. Este pueblo, como muchos otras aldeas cercanas, fueron abandonados por sus habitantes debido a las constantes inundaciones en las zonas de cultivo que provocó la construcción del embalse.
El paisaje aquí es lo que te puedes imaginar cuando piensas en un pueblo abandonado hace más de medio siglo. Ruinas de lo que alguna vez fue un lugar propicio, una iglesia del siglo XVII cubierta de vegetación y una persona local que nunca ha querido abandonar el lugar de manera definitiva. Frente al viejo molino de aceite encontrarás la llamada “Casa Coix”, que durante el verano está habitada.
Puedes perderte y tomar algunas fotografías en este intrigante pueblo, además de obtener magníficas vistas del embalse de Canelles.
El sendero
Desde Finestres tienes dos opciones de senderos: uno a la ermita de San Marcos, y otro directamente a la muralla.
Deberás caminar aproximadamente 200 metros hasta la ermita de San Marcos, ubicada en una pequeña colina. Desde aquí obtendrás la mejor vista panorámica de la muralla de Finestres y el embalse. Completando el espectacular paisaje, una iglesia románica del siglo XI (Sant Vicenç de Finestres) corona el punto más alto en la colina, justo en el espacio entre los dos muros de roca.
El otro sendero que parte desde el pueblo te lleva a la iglesia de San Vicente rodeando las laderas empinadas. Este sendero recorre parte del pueblo y pasa por la ermita de Santa María. Luego deberás tomar una bajada empinada hasta el embalse, y desde allí el ascenso hasta la iglesia de San Vicente.
Si prefieres un camino más directo desde la ermita de San Marcos, puedes dirigirte directo al agua. En este punto el embalse de Canelles tiene un pequeño brazo lateral que, con las aguas bajas, es posible rodearlo y llegar al sendero que sube a la Muralla y a la iglesia de Sant Vicenç. Pero si vas en un momento en que las aguas están altas, ese paso queda anulado. Siempre tendrás la opción de nadar (no es una distancia larga), pero probablemente debas dejar tus cosas del otro lado de la orilla. Si tienes suerte, encontrarás gente haciendo kayak que puede ayudarte con tus pertenencias.
Una vez del otro lado, hay un sendero cuesta arriba de 10 minutos que te lleva hasta la parte central del Muro. En total, desde el pueblo hasta la muralla, deberás caminar 3 kilómetros.

La iglesia de San Vicente
Un espacio en la Muralla de Finestres da acceso a la pintoresca iglesia románica, construida en el estilo lombardo que era común en estas tierras a principios del siglo XI. Al igual que el camino hasta aquí, no se requiere de mucha experiencia técnica pero sí un buen estado físico. La subida es bastante empinada y en algunos puntos requiere escalar rocas.
En el último tramo de este camino, para pasar por el espacio entre las dos líneas paralelas de roca que forman “el muro”, es necesario atravesar una escalera metálica de 2 metros de altura que ha sido adosada a la roca.
Aquí terminamos este pequeño artículo dedicado a una de las maravillas naturales de la provincia de Huesca. Si piensas hacer un recorrido por el Pirineo Aragonés, no debes dejar de visitar la Muralla de Finestres para rodearte de naturaleza y tranquilidad.
Esperamos que esta breve guía te ayude a planificar tu viaje, y si así fue, ¡compártela con otros viajeros!