Visitar Extremadura es hacer un viaje al corazón de la España antigua, donde las ruinas romanas se mezclan con las espectaculares villas medievales. También es el lugar en el que descubrir las paredes encaladas y los elegantes monumentos góticos, así como disfrutar del espléndido paisaje y degustar la deliciosa comida local. Si estás planeando un viaje por esta región y quieres saber cuáles son los pueblos más bonitos de Extremadura, sigue leyendo y te mostramos diez que fácilmente pueden competir por el título.
Mérida
No se puede empezar este listado sin mencionar a Mérida. La que alguna vez fuera la capital de la provincia romana de Lusitania, y hoy capital de Extremadura, es el destino imprescindible y más importante de toda la región.
Viajar a Mérida significa explorar extensas e impresionantes ruinas romanas, que se encuentran esparcidas por toda la ciudad. El más deslumbrante de los monumentos romanos con los que cuenta Mérida es el Anfiteatro, construido en el año 15 a.C. para albergar a más de 6000 espectadores.
Guadalupe
Tener poco más de 2.000 habitantes no hace de Guadalupe un pueblito solitario. De hecho, Guadalupe ha crecido alrededor de una de las atracciones turísticas más populares de España, el increíble Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. El Monasterio tiene un enorme claustro mudéjar y un claustro gótico de tres plantas.
Además del monasterio, existen otros varios atractivos edificios de estilo gótico dentro del propio pueblo. Cuando lo recorras, no dejes de visitar la Plaza Mayor para disfrutar de diversos espectáculos y entretenimientos en vivo.
Cáceres
Sabemos que con una población de casi 100.000 habitantes, considerar a Cáceres en la categoría de «pueblo» es arriesgado, peeeero, así están las cosas.
Conocida como la mágica ciudad medieval de Extremadura, Cáceres te transportará sin escalas a la Edad Media. Las calles estrechas y retorcidas de la Ciudad Vieja trepan entre las casonas y palacios antiguos.
La mayoría de los atractivos turísticos de Cáceres se encuentran en la Plaza Mayor (la plaza principal) y dentro de la fortaleza del siglo XVI. Los visitantes cuentan con una amplia gama de monumentos históricos, como la Torre de Bujaco, el Arco de la Estrella y el Palacio de Toledo-Moctezuma.
Olivenza
La historia de Olivenza, uno de los pueblos más bonitos de Extremadura, está marcada por una disputa: cedida a los portugueses en 1227 y recuperada por España hace unos dos siglo, al país luso todavía reclama sus soberanía. Esta particular historia, junto al hermoso patrimonio monumental con el que cuenta esta localidad han servido desde años como reclamos turísticos. El Puente Fortificado de Nossa Senhora da Ajuda y la Puerta del Calvario son dos de las estructuras que forman precisamente el patrimonio monumental de Olivenza.
Plasencia
Plasencia se presenta al visitante como la ciudad más grande de Extremadura. Llena de edificios antiguos y calles estrechas, viajar en Plasencia significa descubrir una enorme variedad de iglesias, así como la atracción más popular de la ciudad, la catedral.
La Catedral de Plasencia son en realidad dos iglesias construidas una sobre la otra: la Catedral románica del siglo XII y la catedral más nueva del siglo XV-XVI.
Trujillo
Considerado uno de los pueblos más bonitos de Extremadura, Trujillo es prueba de que la magia sucede cuando viajamos a un lugar inesperado. Estructurada en torno a la Plaza Mayor, esta pequeña localidad de menos de 10.000 habitantes está repleta de iglesias, castillos y casas solariegas construidas entre los siglos XIV y XVI.
Durante tu visita, no dejes de recorrer el casco antiguo y descubrir el espectacular y bien conservado Castillo de Trujillo, del que ya hemos hablado en algún artículo anterior. Desde allí quedarás fascinad@ con las impresionantes vistas que podrás disfrutar de la provincia de Cáceres.
Cuacos de Yuste
Aparte de ser uno de los pueblos más bonitos de Extremadura, Cuacos de Yuste es un pueblo en el que podrás encontrar, a unos pocos kilómetros, el Monasterio de San Jerónimo de Yuste, un monasterio que enamoró al emperador Carlos V y que es muy recomendable visitar.
El monasterio está compuesto por un convento, formado por una iglesia y dos claustros de los siglos XV y XVI, y la residencia del emperador. De estilo arquitectónico ecléctico, en esta obra se combinan el gótico tardío con el renacentismo.
Centrándonos en el pueblo, sus callejuelas estrechas y sus casas de estilo serrano forman un Conjunto Histórico que ha sido declarado «Paraje pintoresco», que es la forma en que a finales de la década de 1970 se conocía lo que hoy llamamos Bien de Interés Cultural.
Cabañas del Castillo
Siguiendo con nuestro listado de pueblos más bonitos de Extremadura llegamos al recóndito pueblo serrano de Cabañas del Castillo. Ubicado en una región que ha sido habitada desde la Prehistoria, como así lo demuestran las pinturas rupestres escondidas en sus cuevas, esta pequeña localidad de menos de 500 habitantes se presenta como el destino si lo que buscas es un entorno natural fascinante salpicado por antiguas construcciones, como la Iglesia Parroquial de la Virgen de la Peña.
Zafra
Conocida como «la pequeña Sevilla», Zafra es una pequeña gran ciudad para pasear. Dominada por su fortaleza del siglo XV, Zafra no solo es uno de los pueblos más bonitos de Extremadura, sino también de toda España.
La actividad más popular entre los viajeros que visitan Zafra es la de simplemente pasear y perderse por sus calles blancas y estrechas. A lo largo de estas calles encontrarás diferentes bares y restaurantes, donde disfrutar de algunos de los platos locales más sabrosos mientras ves pasar el mundo en total tranquilidad.
El antiguo castillo, hoy reconvertido en Parador, es uno de los principales atractivos de Zafra, junto con la Plaza Grande y la Plaza Chica.
Romangordo
Romangordo tiene una característica que no solo lo convierte en uno de los pueblos más bonitos de Extremadura, sino también en algo único: es prácticamente un museo a cielo abierto.
Con más de 100 fachadas pintadas de forma colorida por artistas extremeños y alumnos de Bella Artes de Madrid, el Ayuntamiento de Romangordo logró hacer del pueblo algo que no es fácil de encontrar en ningún otro sitio. Los temas de las distintas pinturas redundan en estampas características de la vida rural, siguiendo así el lema con el que se lanzó esta iniciativa: «Romangordo, imágenes que marcan la identidad del pueblo».
De cara al turísmo, estas pinturas no solo son perfectas para visitar y fotografíar, sino que además forman parte de un recorrido que te llevará por otros atractivos turísticos, como la Casa de los Aromas, el Ecomuseo del Tío Cáscoles y el Centro de interpretación de la Ruta de los Ingleses.
Hasta aquí llegamos con este repaso por algunos de los pueblos más bonitos de Extremadura. Esperamos que este artículo te haya gustado y te sirva para preparar tu escapada a alguno de estos destinos.
¿Has visitado alguno de estos pueblos? ¿Qué te ha parecido? ¿Echas en falta algún otro en este listado? Déjanos un comentario aquí abajo y cuéntanos tu experiencia.
