La capital de Portugal, colorida e histórica, está repleta de vida en cada rincón. La cultura portuguesa y la historia contada a través de los monumentos de Lisboa, mezclados con la vida urbana contemporánea y la naturaleza, son un combo imperdible para cualquier viajero.
La colina de Lisboa está coronada con el hermoso Castillo de San Jorge, que muestra una elegante arquitectura europea, un signo de orgullo para todos los residentes de la ciudad. La Torre de Belém o el Cristo Rei, son otros buenos ejemplos de la maravillosa arquitectura que se puede encontrar en toda la ciudad.
Si quieres saber cuales son los monumentos de Lisboa que deberías incluir en tu itinerario, continúa leyendo que aquí te lo contamos.
Castillo de San Jorge
La colina más alta de Lisboa fue fortificada antes de la ocupación romana, por lo que podrás ver vestigios de los visigodos y los moros.
El castillo que ves hoy es la versión restaurada de la construcción morisca, que se derrumbó en gran parte en el terremoto de 1755. También fue residencia real, antes de que el rey decidiera construir un palacio en el paseo marítimo, que también fue completamente destruido por el terremoto.
Hoy en día, el castillo corona la ciudad como el principal hito de la antigua Lisboa y ofrece una vista impresionante desde sus murallas y terrazas a la sombra de los pinos. Al entrar por la puerta principal, verás una estatua de Afonso Henriques, el primer rey de Portugal, que conquistó la ciudad a los moros en 1147 con la ayuda de los cruzados del norte de Europa en su camino a Tierra Santa.
Más de dos siglos después, el castillo recibió su nombre de San Jorge, el santo patrón de Inglaterra, siguiendo el Tratado anglo-portugués de 1373.
La entrada general cuesta 10€. Para quienes tienen entre 13 y 25 años son 5€ y para los mayores de 65 años el precio es de 8,50€
Torre de Belém
La Torre de Belém no es uno más de los monumentos de Lisboa, sino que es EL monumento de Lisboa. No puedes irte de la ciudad sin visitar, así sea solo por fuera, este ícono de la capital portuguesa.
Ubicada sobre la antigua playa de Restelo, a orillas del río Tajo, se erige este monumento declarado Patrimonio de la Humanidad desde el siglo XVI. Cargada de historia, han pasado por allí muchos exploradores, incluidos Vasco de Gama y Fernando de Magallanes.
Su construcción fue meramente defensiva, ya que protegía la entrada al puerto. Con el paso de los años, sus usos fueron modificándose, llegando a ser centro recaudador de impuestos y hasta una prisión.
La Torre de Belém combina dos modelos arquitectónicos distintos: la torre alta, a modo de torreón, de aspecto medieval; y el baluarte, un moderno dispositivo militar equipado con cañones. La torre alta cuenta con 4 pisos: en los tres primeros se sitúan la Sala del Gobernador, la Sala de los Reyes y la Sala de Audiencias; y en el cuarto una capilla. Además, tiene una terraza a la que puedes acceder. Para acceder a su interior deberás comprar una entrada, o contar con la Lisboa Card que tiene la entrada incluída.
Monumento a los Descubrimientos
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Ubicado también a orillas del río Tajo en Belém, el Monumento a los Descubrimientos fue creado en el año 1940 para exhibirse en la Exposición del Mundo Portugués. En un principio se construyó con materiales perecederos: tenía una estructura ligera de hierro y cemento, y la escultura estaba moldeada en stafe (mezcla de yeso y estopa). En 1960, la base se reconstruyó en mampostería de hormigón y piedra rosa, y las esculturas en piedra caliza. En 1985 se inauguró como Centro Cultural Descubrimientos, y con una remodelación interior, se lo dotó de un mirador, auditorio y salas de exposiciones.
Este monumento honra la expansión portuguesa y simboliza la grandeza de la obra del Infante D. Henrique, también conocido como Enrique “el navegante”, motor impulsor de los descubrimientos.
¿Sabías qué?… Los descubrimientos refieren a la llamada “era de los descubrimientos” que se dio entre los siglos XV y XVII. En estos años, los europeos han recorrido y cartografiado casi todo el mundo.
En él verás una carabela zarpando hacia el mar, llevando al Infante D. Henrique y a algunos de los protagonistas de la gesta ultramarina; entre ellos navegantes, cartógrafos, guerreros, colonizadores, evangelizadores, cronistas y artistas. En el centro, unas pequeñas escalinatas te llevan a un atrio con vistas a toda la zona que rodea al Padrão. Un segundo tramo de cinco escalones, te lleva al portal con arco que da acceso al interior del monumento.
Elevador de Santa Justa
Esta obra del arquitecto Raoul Mesnier du Ponsard es uno de los monumentos de Lisboa que debes conocer. Fue inaugurado el 10 de julio de 1902 y es el único ascensor vertical de Lisboa que presta un servicio público. En 2002 fue clasificado como Monumento Nacional.
Hoy los visitantes lo utilizan para llegar a su mirador, pero se construyó para proporcionar a los lugareños una manera fácil de ascender desde las calles de Baixa a Largo do Carmo.
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Al igual que los otros ascensores de la ciudad, Santa Justa inicialmente funcionaba a vapor, pero se cambió a un motor eléctrico unos años después de su apertura.
Desde lo alto del elevador de Santa Justa, los visitantes disfrutarán de una vista espectacular de las calles de la Baixa, así como un ángulo de las ruinas del Convento Carmo, un recordatorio monumental de la devastación causada por el Gran Terremoto de 1755.
El viaje hasta la cima es bastante corto, pero sin dudas deberás hacer fila para subir a él. El boleto cuesta 5,15 €, más 1,50 € para acceder a la plataforma de observación. Si cuentas con la Lisboa Card, tendrás el boleto de subida cubierto.
El funcionamiento del elevador es de 7 a 23 hrs durante el verano, y de 7 a 22 hrs durante el invierno.
Arco do Triunfo
También conocido como el Arco da Rua Augusta, este monumento está dedicado a la recuperación del terremoto de 1775. Fue construido en 1873 y diseñado por el notable escultor francés Antoine Calmels.
Originalmente un campanario, esta estructura neoclásica tardó más de un siglo en convertirse en uno de los monumentos de Lisboa más respetados. Con más de 30 metros, te da la bienvenida a la zona histórica de Lisboa.
En su parte superior cuenta con estatuas de 7 metros que representan la gloria, el valor y el ingenio. En su parte inferior, encontrarás nueve elegantes estatuas alegóricas que representan la historia social y política de Portugal, incluyendo a Vasco da Gama, Nuno Alvares Pereira, Viriato y Marqués de Pombal, entre otros.
Podrás subir a la glorieta del arco para obtener vistas panorámicas de la Rua Augusta y la ciudad abonando una entrada de 3€ o con tu Lisboa Card.
Puente Vasco da Gama
¡Navega por Lisboa!,
El Puente Vasco da Gama es uno de los monumentos de Lisboa más importantes de la ciudad, ya que une Montijo y Sacavém.
Siendo el puente más largo de Europa, cuenta con 12,3 kilómetros de largo y si lo visitas en un día nublado, es muy posible que no veas hacia el otro lado.
Se construyó con motivo de la Exposición Universal de 1998, como homenaje al navegante Vasco da Gama, en conmemoración a los 500 años de su llegada a la India en 1498. Además, sirvió para descongestionar el Puente 25 de Abril, que presentaba frecuentes problemas de atascos.
Santuario Nacional de Cristo Rey
Conocido simplemente como Cristo Rey (Cristo Rei en portugués), este Cristo de 28 metros de alto te recordará al famoso Cristo Redentor de Río de Janeiro.
El origen de esta construcción se remonta a 1934, cuando el Cardenal de Lisboa viajó a Río de Janeiro y quedó impactado con el monumento icónico de la ciudad brasileña. Por tal motivo, comenzó a recaudar fondos y a finales de los 50 quedó erigido como símbolo de paz.
En el interior de este monumento encontrarás la Capilla de Nuestra Señora de la Paz y un ascensor que te llevará al mirador, donde podrás contemplar el puente 25 de Abril y la ciudad de Lisboa.
Este ha sido nuestro repaso por los monumentos de Lisboa más importantes que debes incluir en tu visita a la ciudad. Si ya has estado allí y echas en falta alguno, ¡cuéntanoslo en los comentarios!
