Si estás planificando viajar con bebés en avión, puede que tengas miedo de cómo puede llegar a reaccionar tu peque, sobre todo si es un vuelo largo. Para que tu vuelo resulte tan cómo como sea posible, a continuación te contamos cómo te puedes preparar y qué cosas debes tener en cuenta antes, durante y después del trayecto, para lograr un placentero viaje familiar, libre de preocupaciones.
Consulta con la aerolínea los requisitos para viajar con bebés
Habla con la aerolínea con la que vas a viajar y consulta con antelación qué tipo de documentación te pedirán y qué requisitos se deben cumplir para viajar con bebés.
Cada compañía tiene sus normas a la hora de viajar con niños, por ejemplo, algunas aerolíneas solicitan viajar con una silla para el bebé que incluya expresamente en la etiqueta del fabricante “apta para uso en aviones”.
En una época también se recomendaba hablar con la aerolínea acerca de su política sobre la lactancia materna en el avión. Entendemos que en pleno siglo XXI esto ya está más que superado, pero lamentablemente todavía hay mucho subnormal dando vueltas por el mundo, por lo que una consulta rápida tampoco vendrá mal.
Asegúrate de elegir el mejor horario de vuelo posible
El horario del vuelo es fundamental a la hora de viajar con bebés en avión. Si puedes hacer coincidir el horario de tu vuelo con el horario en que tu bebé duerme por la noche, será más fácil que tu peque pueda dormir durante la mayor parte del viaje. Por ejemplo, si consigues un vuelo a las 11 de la noche, es posible que tu hijo/a descanse mejor durante el viaje en su horario regular, lo que hará que al día siguiente todo resulte más fácil.
Intenta evitar los vuelos con varias escalas para que el bebé no se despierte con tanta frecuencia. Es más, si puede ser un vuelo directo, mejor que mejor.
Reserva el mejor asiento posible
El sitio que te toque puede cambiar totalmente la experiencia de viajar con bebés en avión, ya que no es lo mismo sentarse en la primera fila, donde tendrás mucho más espacio, que sentarte en el medio junto a la ventana. Con esto en mente, es necesario que compres el mejor asiento que te puedas permitir.
Generalmente, hasta los dos años los bebés pueden volar sentados en el regazo de un adulto (para lo que la aerolínea te dará un cinturón de seguridad extra) pagando la mitad de precio. A partir de los 2 años, el precio pasa a ser el mismo que el de un adulto.
Ahora bien, ¿cuál es el mejor sitio para sentarse si vas a viajar con bebés en avión? Lo ideal es ocupar alguno de los asientos de la primera fila, ya que es allí donde tendrás la posibilidad de contar con pequeñas cunas en las que podrás acostar a tu bebé. Ten en cuenta que para que la aerolínea te brinde una de estas cunas deberás solicitarlas al comprar tu vuelo o, a lo sumo, solicitarla por teléfono una vez realizada la compra.
Si no puedes conseguir un asiento en la primera fila (después de todo, son los más demandados), asegúrate de reservar un asiento que tenga salida al pasillo. De esta forma podrás pararte todas las veces que necesites para cambiar o tranquilizar a tu bebé sin molestar a los otros pasajeros.
Lleva la documentación necesaria
Algunas aerolíneas solicitan el DNI o el pasaporte del bebé, o bien pueden solicitar una autorización especial en caso de que el menor viaje con uno solo de sus padres.
También se recomienda viajar con la tarjeta sanitaria del bebé y su carnet de vacunación, sólo por si acaso.
Pon todo lo necesario en el bolso y revísalo antes de salir
A la hora de viajar con un bebé, hay objetos que no pueden faltar, aparte de la documentación recomendada. Siempre viaja con uno o más cambios de ropa, pañales, toallitas, bolsas, biberón, leche de fórmula y abrigo. Incluso asegúrate de llevar un cambio de ropa extra para ti, en caso de que se ensucie de alguna de las mil maneras en que se puede ensuciar con un bebé cerca :P.
Llega al aeropuerto temprano
Son muchas las cosas que hay que hacer si viajas solo (pasar por migraciones, seguridad, etc…), y son muchas más si decides viajar con bebés en avión (alimentar al bebé, cambiarle la ropita o el pañal, etc.). Con esto en mente, asegúrate de llegar con suficiente tiempo de antelación para hacer todo lo que tendrás que hacer antes de poder abordar.
Dependiendo de en qué país te encuentres, pasar el cochecito del bebé por el control de seguridad puede resultar un poco laborioso, ten paciencia.
Pide ayuda sin miedo
Cuando viajan con bebés en avión muchas madres y padres sienten que «molestan» si su bebé necesita algo. No temas pedir ayuda durante tu vuelo si necesitas algo, las azafatas te ayudarán con gusto en lo que precises, e incluso la mayoría de la gente es muy comprensiva y muy maja con personas que viajan con bebés pequeños.
Trata de estar preparado para el llanto
Los bebés pueden llorar en cualquier lugar y momento del día, por lo que debes estar preparad@ para hacer frente al llanto y calmarlo sin mayores problemas (o lidiar con la posibilidad de que no se calme o tarde en hacerlo). Lleva contigo cualquier juguete que ayude a calmarlo, un libro de cuentos que puedas leerle o lo que sea que lo entretenga y lo haga feliz. Así será más probable que cualquier llanto pase más rápido
Intenta sobrellevar la presión
Volar, en general, puede ser algo estresante: llegar al aeropuerto con la presión de la hora, viajar en un asiento pequeño e incómodo, tener que soportar a determinados pasajeros… son muchas cosas las que pueden hacer de un vuelo algo agobiante. Si a eso le sumamos un bebé, la presión puede ser mayúscula.
Con esto en mente, intenta mantenerte calmad@. Tu bebé siente tu energía y si intentar calmarlo estando tú bajo estrés, él o ella también se estresará y tardará más en calmarse. Así, lo mejor es intentar entender que la situación es incómoda para todos y que lo mejor que puedes hacer es tomártelo con tanta liviandad como sea posible para que tanto tu peque como tú disfrutéis del mejor vuelo posible.
