El Parque Provincial Ischigualasto, conocido popularmente como Valle de la Luna, es uno de los nueve Patrimonios Naturales de la Humanidad que ostenta la Argentina a lo largo de su territorio.
Este fascinante desierto, situado en el extremo norte de la provincia de San Juan, posee suelos de la más variada gama de colores y está poblado de extrañas formaciones rocosas conocidas como “geoformas”, que son el producto de millones de años de erosión.
Es considerado como un regalo por los paleontólogos y geólogos del mundo entero, ya que allí se encontraron restos fósiles de importantes especies como el Herrerasaurus y el Eoraptor.
Si estás preparando una visita a este impresionante destino, sigue leyendo y descubre diez aspectos a tener en cuenta sobre el Valle de la Luna
Cómo son los planes en el Valle de la Luna
Este lugar se debe visitar en plan aventura, con ganas de hacer senderismo y largas caminatas. Con dos días se puede tener un panorama de la región, y es ideal tanto para ir en familia, con amigos o en pareja. En cuanto al alojamiento, lo más conveniente suele ser alojarse en San Agustín del Valle Fértil, el pueblo más cercano. Otras opciones son Villa Unión y Chilecito.
El clima en el Parque Provincial Ischigualasto
Si bien las visitas se realizan durante todo el año, es importante saber que en temporada estival las temperaturas son muy altas, por lo que conviene visitarlo bien temprano en la mañana.
Al estar ubicado en una región árida, casi desértica, las temperaturas son muy extremas (de -9°C en invierno a 50°C en verano). También se agrega que la radiación solar es intensa y las precipitaciones, si bien son escasas en verano, pueden llegar a ser torrenciales.
Con respecto a la vestimenta, es necesario llevar ropa liviana, algún abrigo para la noche, gafas de sol, protector solar y abundante agua para hidratarse. Igualmente, dentro del parque funciona una cafetería, por si quieres comer o beber algo más.
Por qué visitar el Valle de la Luna
Se recomienda visitarlo porque es uno de los paisajes más raros del mundo, que dejó el período Triásico de la Era Mesozoica. Se trata del único sitio a nivel internacional en el que se observa una secuencia completa de sedimentos que permiten reconstruir este período ocurrido hace más de 250 millones de años. Además del atractivo de las figuras, se suma su flora y fauna autóctonas.
El circuito del Valle de la Luna
El Valle de la Luna cuenta con 60.000 hectáreas protegidas. Su valor paleontológico y geológico hace que el parque tenga un control muy estricto del recorrido. El ingreso es por vía terrestre y hay dos opciones para conocerlo: se puede realizar en vehículo propio o en furgonetas, que se contratan junto con un guía especializado.
Generalmente, los circuitos duran alrededor de tres o cuatro horas, haciendo paradas intermedias en las caminatas. También hay senderos para bicicletas y otras travesías que comienzan al amanecer o al atardecer los días de luna llena.
¿Qué ver en el Parque Provincial Ischigualasto ?
Aparte de la extraña belleza general del lugar, los puntos más importantes son las diversas formaciones que, debido a su morfología y singularidad, han recibido nombres identificativos: el Hongo, la Cancha de Bochas (petancas), el Gusano, el Submarino y la Esfinge son algunas de las extravagantes formaciones que podrás intentar descubrir en el paisaje circundante.
Conociendo el museo local
Al ingresar al parque, te encontrarás con el Centro de Interpretación del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de San Juan. Merece la pena visitar este pequeño y ameno museo, debido a que en su interior se exhiben hallazgos únicos de restos fósiles surgidos de las entrañas de la tierra sanjuanina.
Se recomienda realizar la visita guiada para poder comprender mejor el valor paleontológico del Valle de la Luna. Aquí se podrá adquirir información relevante sobre el área protegida y la evolución y la vida de los dinosaurios del lugar.
Una curiosidad sobre el Valle de la Luna
Fue bautizado como Valle de la Luna por uno de los dueños de la Estancia Ischigualasto, Victorio de Jesús Herrera, que al ver la superficie y las formaciones rocosas, lo encontró parecido a la superficie lunar. Actualmente el Parque Ischigualasto es popularmente conocido con este nombre.
Una noche en el Triásico.
Para los que van a realizar las excursiones por la tarde/noche, el lugar más interesante para esperar la salida de la luna es el Submarino. Durante el ocaso, la muralla de los Colorados se va encendiendo de rojo, mientras que comienza a asomarse la luna, elevándose entre las dos torres del Submarino.
Otro de los lugares que no te puedes perder es la cancha de Bochas, que de noche da la sensación de ser aún más un campo lunar. Es ideal hacerlo en las noches de luna llena, cuando es tal la luminosidad que no hace falta usar linterna.
Visitar el Parque Talampaya.
El Parque Nacional Ischigualasto se encuentra en el límite con la provincia de La Rioja, por lo que muchas veces se combina su visita con la del Parque Talampaya. Si vas un poco apurad@ de tiempos, las agencias de turismo local suelen ofrecer excursiones con las qeu se visitan ambos parques el mismo día. Ahora bien, si tienes la posibilidad de visitarlos en días separados, mejor que mejor.
Otros lugares para visitar
El Parque Ischigualasto es la estrella de la provincia de San Juan, el lugar más popular y visitado. Pero muchos otros lugares cercanos también justifican una visita, como el particular misticismo del santuario de la Difunta Correa.
También, el raro paisaje «nuevo» (fue originado hace unos 25 años) del Dique Cuesta del Viento. Debido a la construcción del dique, se formó uno de los paisajes más sorprendentes de la Argentina: un valle que combina la aridez del Valle de la Luna, bañado por las aguas transparentes del embalse. Dentro del agua, rodeado por montañas de más de 5000 metros, sobresalen peñones que parecen una fortaleza sumergida a medias. Aquí se puede realizar windsurf, rafting, paseos en 4×4, trekking y pesca.
Por último, en el Valle de Calingasta, se puede visitar el Parque Nacional El Leoncito, que cuenta con un complejo astronómico con dos observatorios ubicados estratégicamente a 2.552 metros sobre el nivel del mar.
¿Tienes pensado visitar el Valle de la Luna? ¡Esperamos te sirvan nuestros consejos!
Y si ya lo visitaste, ¿qué recomendaciones darías a otros viajeros que piensan hacerlo?
