Madrid esconde miles de tesoros entre sus calles, tantos que algunos pueden pasar desapercibidos incluso aunque estén delante de nuestros ojos. Algo así sucede con la Plaza de la Villa, una plaza que no solo supo ser un centro neurálgico de la ciudad desde la edad media, sino que hoy en día sigue siendo un punto importante, pese a no destacar en la mayoría de las guías de viaje.
Para hacer un poco de honor a su historia y, de paso, para ayudarte a preparar tu visita a este punto histórico de la ciudad, hemos decidido hacer un repaso por todo lo que debes saber sobre la Plaza de la Villa de Madrid. Sigue leyendo y entérate de todo.
¿Qué es la Plaza de la Villa?
Ubicada en el casco histórico de Madrid, a pocos metros de la céntrica Plaza Mayor, la Plaza de la Villa se presenta como uno de los conjuntos monumentales mejor conservados de la ciudad. Si bien hasta hace no mucho la plaza supo albergar la sede del Ayuntamiento de Madrid, el mismo se trasladó hace algunos años a otro punto de la ciudad, haciendo que esta plaza perdiera transeúntes, pero ganara en una tranquilidad casi idílica en el centro de la ciudad.
Historia de la Plaza de la Villa

No está del todo claro cuándo es que nace la Plaza de la Villa, aunque sí se sabe que, para el siglo X, la misma contaba con una vital importancia en el trazado de la por entonces alcazaba musulmana que era Madrid. Esta importancia venía dada del hecho de ser cruce de varias calles importantes.
La primera y más importante de estas es la que hoy conocemos como calle Mayor, cuyo trazado unía la puerta de Santa María, que era la salida de la almudaina, con la zona palaciega en la que hoy podemos encontrar la Catedral de la Almudena. Las otras tres calles hacia las que podemos dirigirnos desde la Plaza de la Villa son la calle del Codo, estrechísima y de un encanto peculiar, la calle del Cordón y la calle de Madrid.
Ya en los siglos XII y XIII la ciudad recuperada por los cristianos es amurallada, haciendo que la plaza quede intramuros entre las puertas que hoy se encontrarían a la altura de cuesta de la Vega (puerta de la Vega, precisamente) y el cruce de la calle Mayor con la Cava de San Miguel (donde se encontraba la puerta de Guadalajara).
Más tarde, durante la edad media, la plaza pasó a llamarse Plaza del Salvador, debido a la iglesia que hasta mediados del siglo XIX existía frente a la plaza, al otro lado de la calle Mayor.
El nombre actual de la plaza le llega ya entrado el siglo XV, cuando Enrique IV de Castilla le otorga a Madrid el título de Noble y Leal Villa. Desde entonces la plaza ha albergado a innumerables instituciones de lo más variopintas, desde cárceles y casas de la carnicería hasta mercados de trigo y de abastos.
Qué ver en Plaza de la Villa
Existen cuatro elementos distintivos de esta plaza que vale la pena conocer previamente para poder disfrutar una vez que estés allí. Esto son:
Casa de la Villa
Construida originalmente para albergar las reuniones del Concejo de la ciudad, esta edificación encargada por Felipe IV en 1629 y diseñada por el arquitecto Gómez de Mora. Se comenzó a en el año 1645, acabándose casi 50 años más tarde, en 1693.
Desde su inauguración forma parte del Ayuntamiento de Madrid, aunque la alcaldía se trasladó al Palacio de Cibeles en el año 2007. Desde entonces, este espacio es de uso casi exclusivo del Pleno Municipal.
El interior del edificio se distribuye en torno a un patio cuadrado, con los salones principales situados en las fachadas más importantes. Como buena parte de los edificios públicos más antiguos, la Casa de la Villa fue experimentando diversas ampliaciones y reformas, sobre todo en los siglos XIX y XX. La reforma más característica fue la de 1915, llevada a cabo por Luis Bellido, que dotó al edificio de un pasadizo elevado que lo une con la Casa de Cisneros.
Casa de Cisneros
Construida en claro estilo plateresco en el año 1537, del edificio primitivo destaca principalmente la fachada que da a la calle del Sacramento, que se compone de un arco de sillería de granito sobre el que se situaba el balcón principal flanqueado por sendas columnas. Cuando se construyó, el acceso al edificio que se tenía desde la plaza de la Villa no era la entrada principal, sino la parte trasera, por la que se accedía a las cuadras y corrales.
A lo largo de los siglos, la Casa de los Cisneros supo albergar a muchos de los personajes más famosos de la historia de España. Fue en 1909 cuando el edificio finalmente es adquirido por el Ayuntamiento para integrarlo en las dependencias de la Casa de la Villa. Es ahí cuando es objeto de una profunda restauración en la que se edifica finalmente la fachada que hoy en día podemos ver desde la Plaza de la Villa, así como el pasadizo volado que la conecta con la Casa de la Villa.
Casas y Torre de los Lujanes
Conformado por una robusta torre y un caserón señorial de estilo mudéjar, este complejo edilicio es el edificio civil más antiguo de Madrid.
Construida en la segunda mitad del siglo XV, la torre , herencia defensiva de los castillos medievales, es una construcción sólida que se divide en tres plantas, rematada por una torreta. Gracias a su altura, que la convertía en una de las edificaciones más altas de la ciudad, alojó en su azotea un telégrafo óptico durante la primera mitad del siglo XIX.
La casa que linda con la torre cuenta con una planta irregular. El portal que da acceso por la entrada principal destaca por su decoración gótica y por el escudo nobiliario de los Luján, un linaje poderoso procedente de la aldea aragonesa de Luján. Junto a la casa se encuentra la otra vivienda, que cuenta con un diseño desarrollado en torno a un patio interior cuadrado. En el interior destaca una escalera gótica procedente del antiguo hospital de La Latina.
Monumento a Don Álvaro de Bazán
Ubicada en pleno centro de la Plaza de la Villa se encuentra la estatua del marino Álvaro de Bazán, cuya participación en diversas batallas contra los turcos en el Mediterráneo le valieron el nombramiento, por parte de Felipe II, de Capitán General de las Galeras de España.
La obra, esculpida por Mariano Belliure a finales del siglo XIX, tiene en la parte trasera de su pedestal unos versos que le dedicó Lope de Vega.
Cómo llegar a la Plaza de la Villa
- Metro: estaciones Ópera (L2, L5, R) y Sol (L1, L2, L3).
- Autobús: líneas 002, 3, 17, 18, 23, 31, 50, 65, 148, SE712, N16, N26.
- Cercanías: Madrid-Sol.
- Alquiler de bicis (BiciMAD):
- Estación en Plaza de San Miguel, 9.
- Estación en Plaza del Cordón.
¿Has visitado alguna vez la Plaza de la Villa? ¿Qué te ha parecido? Esperamos que este artículo te anime a visitar uno de los puntos históricos de la Madrid medieval.