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¿Merece la pena subir a la Torre de Pisa?

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Uno de los monumentos más famosos e icónicos del planeta es, sin dudas, la Torre Inclinada de Pisa. La mayoría de los niños no tienen ni idea de qué es el reloj astronómico de Praga y muchos otros no sabrán nada sobre el Manneken Pis, pero todos han visto alguna vez la Torre de Pisa. Como una de las visitas emblemáticas del país, la torre atrae a una ingente cantidad de viajeros a esta pequeña ciudad de la Toscana. Pero… ¿merece la pena subir a la Torre de Pisa o una trampa para turistas? En este artículo lo resolveremos, pero antes, un poco de contexto.

Cómo llegar a Pisa

Tomar un tren es la forma más fácil de llegar a Pisa (puedes comprar tu billete aquí). La mayoría de la gente visita Pisa como una excursión de un día desde Florencia (puedes contratar esta excursión aquí), saliendo por la mañana y regresando por la tarde. Por último, una opción muy popular entre los viajeros que recorren la Toscana es alquilar un coche y visitar los puntos más importantes de la región. Si decides que esta última sea tu opción, visita esta página para encontrar los mejores precios en alquiler de vehículos.

Los trenes directos desde Florencia tardan alrededor de una hora, dependiendo de la velocidad del tren. Estos trenes pasan aproximadamente cada 20 a 30 minutos.

Horario de la Torre de Pisa

La torre tiene horarios que no solo varían de un mes a otro, sino de un día a otro, por lo que es un poco difícil brindarte un horario general que vaya a servirte para la fecha en que vayas a visitar este mítico monumento, por lo que mejor te dejamos el listado completo de horarios para que tengas la información justa.

  • Noviembre y febrero: Las puertas de la torre abren entre las 9:45 am y las 5:15 pm.
  • El 1 de noviembre: abierto de 9:00 a 18:00
  • Diciembre y enero: La Torre está abierta de 10:00 am a 5:00 pm
  • Del 5 al 8 de diciembre: abierto de 9:00 a 18:30
  • Del 21 de diciembre al 6 de enero: abierto de 10:00 a 19:00
  • Marzo: La Torre abre de 9:00 a. m. a 6:00 p. m.
  • Del 23 al 29 de marzo, abierto de 9:00 a 19:00
  • A partir del 30 de marzo, la torre está abierta de 8:30 a. m. a 8:00 p. m.
  • De abril a septiembre: La torre inclinada está abierta de 9:00 a. m. a 8:00 p. m.
  • Entre el 17 de junio y el 31 de agosto: abierto de 8:30 a 22:00
  • El 16 de junio: abierto de 8:30 a. m. a 5:30 p. m.
  • Octubre: abierto de 9:00 a 19:00

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Con la enorme cantidad de gente que visita la Torre de Pisa cada día, lo más recomendable (y casi obligatorio, diríamos) es comprar la entrada con anticipación si no quieres tirarte un rato muy muy muy largo esperando (o incluso de quedarte sin la posibilidad de acceder). Puedes comprar tu entrada aquí.

Es importante que sepas, si viajas con niños, que los menores de 8 años no pueden subir a la torre.

Sobre la construcción de la Torre Inclinada de Pisa

La construcción de la Torre comenzó en 1173, con el edificio originalmente diseñado para ser un campanario por el ingeniero Bonnano Pisano. El edificio original contaba con una base de mármol lo suficientemente grande como para estacionar más de quince coches dentro (medida que no existía en esa época, claro :D) y una arquitectura medieval en estilo románico. Pero la torre se tuvo que enfrentar a muchísimos problemas a lo largo de su construcción, como guerras, deudas y, sobre todo, la escasez. 

Para cuando comnzó la construcción del tercer piso de la torre, el edificio ya estaba inclinado. Después de esto, las obras se detuvieron durante 100 años, ya que el gobierno centró todo el dinero extra en su guerra con Génova. 

Las obras se reanudaron en 1272 y se añadieron cuatro plantas más en ángulo alterado a las anteriores para intentar nivelar la torre. ¿Cuál fue el problema ahora? Que ese intento de corrección hizo que la Torre de Pisa comenzara a inclinarse en dirección al lado más alto

En 1284, la construcción se detuvo nuevamente cuando Pisa fue conquistada por Génova en otra guerra y así se mantuvo casi 100 años más, hasta 1370, cuando la torre se completó oficialmente, con una altura de ocho pisos.

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¿Por qué se inclina?

La torre hace honor a su nombre gracias a una sorprendente inclinación de 3,9 grados sobre la vertical. El motivo de su inclinación se debe a los cimientos, que se construyeron en un foso circular de un metro y medio de profundidad, asentándose sobre un suelo que tenía una capa de arcilla, arena fina y conchas. La mezcla de arcilla aplastó lentamente el suelo, que fue siendo erosionado por las aguas subterráneas. Pero la arcilla tampoco era lo suficientemente fuerte como para sostener la torre en posición vertical, lo que hizo que el punto más débil de la torre se hundiera lentamente, dejando al edificio con su característica inclinación

La solución a la inclinación

Se pensaron en muchas soluciones diferentes para compensar la inclinación a lo largo de los siglos. Giovanni di Simone fue la primera persona en idear una «solución», la de agregar más pisos al edificio, todos construidos un grado más alto que el lado inclinado. Como ya hemos comentado, esto solo provocó que la torre se inclinara aún más.

En 1319 se completó el séptimo piso, al que se le agregaron siete campanas, todas con un peso de 10 toneladas. Y tú dirás, ¿pero eso no haría que la torre se inclinara aún más? Pues sí, exactamente eso fue lo que pasó, pero supongo que a principios del siglo XIV el sentido común sería distinto al de hoy en día.

En 1838 el arquitecto Alessandro Della Gherardesca tu otra idea: cavando un camino en la base de la torre para que la gente puediese admirar lo intrincado de su elaboración. ¿Sabes cuál fue el resultado? Sí, hizo que la torre se inclinara aún más.

En la década de 1920, se inyectó lechada de cemento en los cimientos de la torre para ayudar a estabilizar la torre hasta cierto punto. Quizás no logró resolver del todo el problema, pero ayudó mucho más que el resto de ideas que habían surgido durante los seis o siete siglos anteriores.

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La torre estuvo completamente cerrada al público desde 1989 hasta 2001, ya que la eventual caída de la torre se estaba convirtiendo en algo cada día más y más probable. Sacando tierra de debajo y agregando contrapesos en el extremo norte de la torre, el equipo de construcción pudo reducir la inclinación a solo 4,0 grados. El enderezamiento continuó después de la reapertura de la torre en 2001, y en 2008 afirmó que la torre permanecerá estable durante los próximos 300 años (a menos que algún genio decida subir 15 elefantes al octavo piso o tirar abajo veinte columnas aleatorias, claro).

Por qué merece la pena subir a la Torre de Pisa

Después del pedazo de chapa que acabamos de darte sobre el tema de la inclinación, es momento de que nos pongamos a resolver la duda central de este artículo: ¿merece la pena subir a la Torre de Pisa? La respuesta es que sí, y hay varias razones para justificarla:

Una vista impresionante de la ciudad.

Si bien la mayoría de las fotos de esta torre suelen ser sacadas desde el césped cercano, con turistas usando ilusiones ópticas para que parezca que están sosteniendo la torre solo con su fuerza (no habrás creído que es idea se te ocurrió a tí, ¿no?), la realidad es que existe otra instantánea muy subestimada: la que puedes conseguir desde lo alto de la torre. Desde allí podrás difrutar de unas impresionantes vistas de toda la ciudad, así como de la exuberante vegetación de los campos que hay más allá.

Es una maravilla arquitectonica

A pesar de su ligera inclinación, producto de la enorme cantidad de «soluciones» con las que fueron apareciendo diversos arquitectos a lo largo de los siglos, el edificio sigue siendo un verdadero tesoro arquitectónica. Construido a principios del siglo XII con unos cimientos que parecen un insulto a la ingeniería civil, ha logrado sobrevivir hasta nuestros días pese a tener todo en su contra. Además, su belleza es espectacular; construida en estilo románico medieval, las numerosas columnas, el material de mármol y las impresionantes campanas y decoraciones de pintura la convierten en un edificio absolutamente increíble para ver en persona.

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Puedes ver la Piazza dei Miracoli desde un ángulo diferente

Es posible que este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad no atraiga tanta atención como su torre vecina, pero la realidad es que también merece mucho la pena. La catedral se roba la atención en Pisa, con la torre como un simple componente de un complejo de edificios de tres partes. Toda la plaza fue construida con un cuidado extraordinario como símbolo del poder de la ciudad de Pisa. Subir a la torre de Pisa te brinda la posibilidad de disfrutar de una vista impresionante de la catedral desde arriba, lo que te permitirá a su vez admirar los detalles y la belleza de este emblemático lugar.

Hasta aquí llegamos con este artículo dedicado a analizar si merece la pena subir a la Torre de Pisa. Esperamos que te haya gustado y te haya dado el empujoncito que faltaba para visitar este imponente tesoro de la humanidad.

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