Las cuevas en León son una gran atracción turística, ya que atraen a visitantes de todo el país para maravillarlos con sus imposibles paisajes de roca. Si estás pensando en visitar alguna de las cuevas de León sigue leyendo y te contamos todo lo que tienes que saber sobre tres de las cuevas más importantes de la provincia para preparar tu excursión de la mejor manera.
Cueva de Llamazares
La Cueva de Llamazares, también conocida como Cueva de Coribios o Cueva de Coribos, tiene su acceso a través de una pequeña entrada triangular, de solo dos metros de ancho por dos de alto. El recorrido respeta el pasaje principal de la cueva, pero también hay un segundo pasaje paralelo que es más pequeño, aunque no está desarrollado.
Dentro de todas las cuevas en León, la Cueva de Llamazares es famosa por la abundancia de corales de cueva. Los corales de cueva son espeleotemas que se forman bajo ciertas condiciones y parecen corales normales, de ahí el nombre (aunque no están formados por animales vivos, a diferencia de los arrecifes).
Además de los corales de cueva, en la Cueva de Lamazares también podrás encontrar una gran cantidad de fósiles en las antiguas calizas del Jurásico, que se formaron como sedimento en un mar poco profundo rico en oxígeno y lleno de vida. Se pueden encontrar muchos restos fosilizados en las calizas. Muchos de estos fósiles se encuentran expuestos en el Museo Paleontológico que se creó en la antigua casa escuela de Llamazares. Tienen una gran colección de más de 250 artículos espectaculares, incluido un helecho gigante de 300 millones de años. La mayoría de los fósiles locales son de los períodos Triásico y Jurásico.
El museo es también el punto de partida para las visitas a estas cuevas de León. La cueva se encuentra a 45 minutos a pie del pueblo. Es posible llegar hasta allí en automóvil, aunque el camino no es particularmente cómodo. El acceso a la cueva está cerrado los días de lluvia, por lo que debes tener en cuenta esto a la hora de planificar tu visita.
Cueva de Las Médulas
Las Médulas es una antigua mina de oro. Fue la mina de oro más importante y la mina de oro a cielo abierto más grande de todo el Imperio Romano. El paisaje es bastante espectacular gracias a una serie de picos rojizos, marrones y amarillos que te quitarán el aliento. Estos picos son el resultado de la técnica minera que utilizaban los romanos, que se llama ruina montium: los mineros excavaban cavidades estrechas en la montaña y luego las llenaban de agua, lo que provocaba una presión lo suficientemente grande como para fragmentar gruesas paredes de roca.
Historia de estas cuevas en León
En el siglo I las autoridades imperiales romanas comenzaron a explotar los yacimientos de oro. El agua requerida se transportaba a la mina en siete enormes acueductos que se construyeron para redirigir el agua del río cercano a las minas.
Después de dos siglos se retiraron, dejando un paisaje devastado. Los romanos movieron más de 94 millones de metros cúbicos de tierra para extraer de estas montañas entre 5 y 800 toneladas (según la fuente) de oro. No hubo actividad industrial posterior. Las vastas áreas de relaves se utilizan hoy en día para la agricultura, pero las montañas erosionadas casi no han cambiado.
El lugar fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO porque el área es un ejemplo sobresaliente y bien conservado de tecnología romana innovadora.
Las Médulas hoy
La mayoría de los túneles de la mina fueron destruidos por el propio proceso, pero aún quedan algunos en buen estado. El punto más importante de la visita a este sitio es la Galería de Orellán, a la que se accede desde el pueblo de Orellán. Este túnel de la mina romana tiene luz eléctrica y termina en medio de un acantilado. Desde allí, un balcón ofrece una de las mejores vistas del lugar.
La otra forma de visitar estas cuevas en León es el sendero Senda de las Valiñas que parte de Las Médulas. El sendero conduce a la caverna La Cuevona y La Encantada, ambas restos de las actividades mineras. Puedes caminar por tu cuenta o reservar una caminata guiada en el Centro de recepción de visitantes de Las Médulas. La caminata tiene 3 km de largo y toma alrededor de dos horas.
El Mirador de Reirigos y las Cuevas de Reirigo se encuentran en el lado sur del cielo abierto y se accede mejor desde la Galería de Orellán.
Por último está el Centro de Información Arqueológica, que cuenta con una exposición arqueológica y en donde también podrás disfrutar de visitas guiadas por estas cuevas en León.
Cueva de Valporquero
La cueva de Valporquero, llamada así por el cercano pueblo de Valporquero, se encuentra en la sierra de Los Argüellos. La entrada a la cueva es el sumidero del arroyo Valporquero, el agua desemboca en la propia cueva. Es precisamente esta corriente la que formó la cueva durante el último millón de años. Su cuenca se encuentra al norte del pueblo de Valporquero y discurre por el pueblo hasta la cueva. El agua reaparece en el cercano río Torío, que formó el desfiladero de las Hoces de Vegacerver . Este desfiladero es una ruta importante hacia las montañas y el río es el drenaje de esta zona kárstica.
La cueva tiene siete cámaras. Los recorridos difieren según qué cámaras se visitan. El Tour Normal incluye las primeras cinco cámaras, el Tour Largo incluye las siete cámaras y algunos pasajes laterales que no están desarrollados. En algunos puntos del trayecto la cueva se queda completamente a oscuras, por lo que te servirás de linternas para poder seguir la visita.
Conociendo el recorrido por estas cuevas en León
El recorrido comienza con un túnel de entrada artificial que conduce desde el Centro de Visitantes hasta la Boca de Cueva, el impresionante portal de entrada.
Desde allí podrás visitar las «Pequeñas Maravillas», una especie de ramal lateral del paso principal que contiene el río que dio vida a esta cueva. Tiene espeleotemas de colores bastante excepcionales, que obviamente se nombran con nombres de fantasía.
A continuación llegarás a la Gran Rotonda, que con más de 100.000 m³ de capacidad, es la cámara más grande de la cueva. El techo tiene 20 metros de altura. De un pequeño agujero en la pared emerge un río que cae en el río de la cueva. Se llama Cola de Caballo, y así es exactamente como se ve. Durante el verano el río tiene agua baja, pero en el resto del año cuando el río crece llena la cámara con un estruendo ensordecedor. Luego forma una cascada de 15 metros de altura y desaparece en el nivel inferior de la cueva. El resto del recorrido es sin río.
Después llegarás a La Gran Vía, que es en realidad una especie de pasadizo de 200 metros de largo con capas verticales de piedra caliza a cada lado y hasta 30 metros de altura. Se asemeja a un desfiladero, o una gran hendidura.
Más adelante llegarás al acceso al Curso de Aguas, que en realidad es un pozo que baja al nivel inferior con el río de la cueva. Esta parte de la cueva solo es accesible para espeleólogos y requiere rappel y mucho vadeo y natación.
El recorrido finaliza en la Columna Solitaria, que en realidad es un enorme pilar o estalagnado, y las «Maravillas», que son unas helictitas.
Hasta aquí llegamos con este artículo dedicado a las cuevas en León. Esperamos que te haya gustado y te sirva para planificar tu próxima visita a estos espectáculos naturales. Si así fue, no dejes de compartirlo.
¿Has visitado alguna de las cuevas que hay en León? ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿Agregarías otra a este listado? Déjanos un comentario aquí abajo y cuéntanos todo.
