Lo primero en que uno piensa cuando escucha nombrar a la ciudad de Ámsterdam, es en el Barrio Rojo o en sus Coffee Shops. Pero la capital de los Países Bajos, a veces llamada la Ciudad de los Pecados, es mucho más que sexo y droga. Si sigues leyendo este artículo sobre qué ver en Ámsterdam, lo descubrirás.
Los edificios estrechos, los intrincados sistemas de canales con sus casas flotantes y los hermosos puentes, que a menudo están adornados con flores de colores y bicicletas encadenadas, prometen una postal inolvidable. La ciudad es dueña de una impresionante historia artística, y es conocida por sus legados del Siglo de Oro, por lo que si te va el rollo cultural, aquí también tendrás mucho que ver.
A continuación te contamos cuales son las 10 cosas imprescindibles que ver en Ámsterdam si es tu primera vez en la ciudad.
Rijksmuseum
El Rijksmuseum es uno de los museos más importantes de Ámsterdam. Se fundó en La Haya y se trasladó a su ubicación actual en el año 1808.
Es el museo de arte más grande de los Países Bajos, y a través de su enorme cantidad de obras podrás explorar 800 años de historia neerlandesa.
Toda su colección es extraordinaria, pero sin dudas no deberías perderte las obras de Van Gogh, Frans Hals y Rembrandt, algunos de los artistas más reconocidos de los Países Bajos que tienen su lugar en las paredes de esta extensa galería de arte. Entre las obras más famosas en exposición se destacan “La ronda de noche” del ya mencionado Rembrandt, “La lechera” de Johannes Vermeer, “El alegre bebedor” de Frans Hals y “Autorretrato” de Van Gogh
Además de pinturas, el museo alberga fotografías, documentos históricos, joyas, vajillas, manuscritos y medallas entre muchas cosas más.
Si eres amante del arte, una gran parte del día estarás metido en este maravilloso museo. Pero si no quieres perder todo el día dentro del museo, unas dos horas te serán suficientes para conocer sus obras más destacadas.
Lo que no debes hacer es dejar de ir; el Rijksmuseum es algo prácticamente obligatorio que ver en Ámsterdam.
Museo Van Gogh
A solo 300 metros del Rijksmuseum se encuentra el segundo museo más importante que ver en Ámsterdam, el Museo Van Gogh.
Este museo cuenta con más de 200 lienzos, 750 documentos escritos y 500 dibujos que el artista neerlandés realizó en distintas etapas de su vida.
En la primera planta se exponen sus obras iniciales. A medida que vayas recorriendo la exposición verás la evolución del artista, hasta llegar a los últimos trabajos realizados. La segunda planta está dedicada a investigaciones que se realizaron sobre sus obras. En la tercera, encontrarás obras de artistas contemporáneos de Van Gogh.
¿Sabías que? Van Gogh vendió solo un cuadro estando vivo.
Siendo el segundo museo más visitado en Ámsterdam, es conveniente reservar tu entrada con anticipación para evitar las largas colas.
Leidseplein
Si buscas un lugar donde pasar una noche divertida en Ámsterdam, Leidseplein es la respuesta. Son muchas las líneas de tranvía que pasan por aquí, convirtiendo a este punto casi en una estación central.
Alrededor de este lugar podrás encontrar bares, discotecas, cines y hasta un casino. Generalmente hay algún artista callejero dando un espectáculo a los visitantes y pasando la gorra para que le dejes propina. Desde break dance acrobático hasta jazz freestyle en el contrabajo, siempre hay algo que ver.
Durante el verano, podrás ver gran parte de la plaza cubierta con mesas y sillas, convirtiéndose en terraza de los bares que la rodean. Durante los meses más fríos, esas terrazas se transforman en pistas de patinaje rodeadas por carritos de comida. En cualquier momento del año, Leidseplein es sinónimo de diversión y un lugar que ver en Ámsterdam si quieres pasártelo bien.
Mercado flotante de Bloemen

El mercado más famoso que ver en Ámsterdam es el único mercado de flores flotante del mundo. Es una de los lugares que más turistas atrae, y no es para menos, ya que es realmente muy bonito y original.
El mercado se fundó en el año 1862, pero se trasladó a su ubicación actual en el año 1883. En ese entonces, el mercado era conocido por vender plantas y árboles. Hoy en día, las casas flotantes que contienen pequeños puestos ofrecen todo tipo de flores. Desde plantas de jardín y de interiores, bulbos, macetas, semillas y un sinfín de accesorios para tu jardín.
Las colecciones de flores varían según la temporada. Por ejemplo, en la primavera verás mayormente tulipanes frescos. Los meses de verano preponderan las rosas, y cuando llega diciembre, el Mercado de Bloemen es donde puedes encontrar los mejores árboles de Navidad.
Ya sea que desees ir de compras o simplemente dar un paseo y experimentar la belleza y la vivacidad del ambiente, ¡este es el lugar para estar!
Frente a los puestos de flores encontrarás varias tiendas de quesos, otra delicia neerlandesa que no puedes dejar de probar: ¡aprovecha que suelen tener degustaciones gratis de todo tipo de quesos!
Rembrandtplein
Una de las plazas más famosas que ver en Ámsterdam, con un estilo similar a Leidseplein, donde verás allí artistas callejeros y las terrazas de los cafés abarrotadas de gente.
Esta plaza también es cuna de dos de las discotecas más populares de Ámsterdam, como Escape y Club Rain. Si no te apetece ir de fiesta a una discoteca, puedes pasar el rato en el Café Bolle Jan, un lugar de suma importancia para los locales, que suelen llenar el lugar para escuchar música folclórica tradicional.
Bar de hielo, bar de hip hop y cafés tradicionales… como verás son muchas las opciones que tienes en Rembrandtplein para pasar el rato.
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Museo Casa de Rembrandt
Este importante museo dedicado a la vida y obra del artista, está ubicado en la casa donde vivió desde 1639 a 1658.
Los problemas financieros llevaron a Rembrandt a la quiebra, y la casa finalmente se subastó para pagar a sus acreedores. Tras la venta, la casa se dividió en dos y a lo largo de los siglos fue ocupada por varias familias. Continuó siendo una residencia hasta 1907, cuando la ciudad de Ámsterdam compró el edificio en ruinas. Después de una importante restauración, la reina Guillermina inauguró oficialmente la Casa Museo de Rembrandt en 1911.
En 1998, el museo añadió una nueva ala con espacio adicional para exposiciones y el consejo de administración del museo decidió restaurar el edificio a su condición original, tal como estaba durante la ocupación de Rembrandt.
El historiador de la construcción, Henk Zantkuijl, y el arquitecto Maarten Neerincx, supervisaron esta renovación, haciendo uso de los inventarios realizados durante la subasta de Rembrandt, así como de los dibujos y grabados del artista. Esta renovación se completó y el museo volvió a abrir en 1999.
La distribución de la casa es típica de la época en que fue construida, y su restauración es extraordinariamente fiel al original. El dormitorio de Rembrandt, con su pequeña cama; su gran estudio, en el que se pintaron muchas de sus obras más conocidas, y su gabinete, en el que se almacenan muchos de los objetos y curiosidades naturales y artificiales que aparecen en las obras de Rembrandt, son de gran interés para los visitantes.
La colección de la Casa Museo de Rembrandt ha crecido a través de donaciones de coleccionistas privados y mediante subastas. Poco a poco, el museo ha acumulado una colección casi completa de la obra gráfica de Rembrandt.
Además del trabajo de Rembrandt, el museo posee una pequeña colección de pinturas de los contemporáneos de Rembrandt, incluidos sus maestros y alumnos.
En su nueva ala, el museo opera una pequeña biblioteca de investigación dedicada a Rembrandt.
Estación Central de Ámsterdam
La principal estación ferroviaria de Ámsterdam está ubicada en el centro de la ciudad, por lo que es casi seguro que pases por allí. Además, si llegas a la ciudad en tren, lo más probable es que este sea tu destino final y ya lo puedes tachar de la lista de qué ver en Ámsterdam.
El edificio tiene un estilo neo renacentista y fue construido entre los años 1881 y 1889, por el mismo arquitecto que diseñó el Rijksmuseum, Pierre Cuypers. Además de ser el lugar más importante para la red ferroviaria de los Países Bajos, es un lugar importante para toda la red de transportes de Ámsterdam, ya que por aquí paran los metros, tranvías y buses que conectan la ciudad. Incluso, en este momento están construyendo a su alrededor la nueva línea de metro que conectará el sur con el norte de la ciudad.
De seguro una de las cosas que más llamará tu atención, justo frente a la estación, es el parking de bicicletas: ¡son tantas y tantas bicicletas que es difícil entender cómo cada uno encuentra la suya!
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Casa de Ana Frank
Este es un lugar que tienes que ver en Ámsterdam sí o sí. Si no has leído el diario de Ana Frank y aún estás a tiempo, léelo, de esta forma la visita será mucho más especial.
La visita a la casa de Ana Frank relata al visitante la historia más oscura y triste de Ámsterdam.
Ana Frank fue una niña judía que estuvo escondida de los nazis con su familia y amigos de la familia durante dos años, en el anexo del edificio de Prinsengracht 263, donde el padre, Otto Frank, tenía su negocio. La entrada al anexo se ocultó detrás de una estantería móvil construida especialmente para este propósito. El personal de la oficina conocía el escondite y ayudó a las ocho personas proporcionándoles comida y noticias del mundo exterior.
El 4 de agosto de 1944, alguien (nunca se supo quién) traicionó a las familias y la ubicación del escondite salió a la luz. Las personas ocultas fueron deportadas a varios campos de concentración. Sólo Otto Frank sobrevivió a la guerra.
Hoy en día, las habitaciones de la casa de Ana Frank, aunque vacías, respiran la atmósfera de esa época. Citas del diario, documentos históricos, fotografías, imágenes de películas y objetos originales que pertenecieron a los escondidos y los ayudantes ilustran los hechos que tuvieron lugar aquí.
Esta es una visita que sin dudas te dejará reflexionando sobre el mundo en el que vivimos.
Barrio rojo de Ámsterdam
El barrio rojo es una de las zonas turísticas más concurridas en Ámsterdam, y probablemente sea el lugar que se te venga a la cabeza cuando piensas en esta ciudad.
Está ubicado en el centro histórico de la ciudad, en lo que solían ser casas de pescadores sobre el dique de Ámsterdam. Desde el siglo XV, o incluso antes, las mujeres ejercían la prostitución por esta zona llena de marineros que llegaban de largos viajes por altamar.
Hoy en día, este barrio es mundialmente famoso por sus escaparates y callejones estrechos, en que las prostitutas se exhiben al público y posibles clientes detrás de unos ventanales.
La prostitución en Ámsterdam está completamente regulada como cualquier otro trabajo: las prostitutas están obligadas a tener contratada una seguridad social privada, a pagar impuestos, y cualquier otra obligación que tiene cualquier otro trabajador de la ciudad. Pero además, tienen algunas obligaciones extras relacionadas a su trabajo puntual, como hacerse estudios médicos cada determinada cantidad de tiempo, presentar su pasaporte para demostrar que no están siendo obligadas a trabajar ahí (si tienen su pasaporte, pueden irse cuando quieran), etc.
Estas curiosidades y muchas más te las contarán en el tour del barrio rojo que definitivamente no te puedes perder, ya que te abrirá la cabeza y aprenderás mucho sobre «la profesión más antigua del mundo».
Las prostitutas se encuentran también de día, pero el ambiente total se genera por las noches de los fines de semana. Las calles se encuentran abiertas a todo público, y verás cientos de curiosos pasear por allí mientras las mujeres detrás de los vidrios intentan llamar tu atención.
Está terminantemente prohibido tomar fotos a los escaparates cuando hay mujeres trabajando. Solo puedes tomar fotografías a las vidrieras vacías.
Pero además de prostitución, el barrio rojo tiene otros locales que llaman la atención de los turistas y lo hacen uno de los lugares que ver en Ámsterdam si o sí. Por ejemplo, puedes encontrar coffee shops, sex shops, locales de exhibición, restaurantes y hoteles entre otras cosas.
Tours populares en ÁmsterdamPlaza Dam
El recorrido finaliza en el centro neurálgico de la ciudad, lo que antiguamente fue el dique que le dio su nombre y vio nacer a Ámsterdam.
Es en la plaza Dam donde ocurren gran parte de los eventos de la ciudad y está rodeada de edificios emblemáticos.
Lo que originalmente fue una presa en el año 1270, se fue ensanchando tanto que fue capaz de albergar una plaza. La plaza tal como se ve hoy en día, es la unión entre la presa y una plaza que se encontraba al lado.
Fue escenario de un gran mercado de pescado, lo que la hizo un punto importante comercialmente hablando, y luego se construyó allí el ayuntamiento, lo que la posicionó como un lugar importante también para la política.
A sus alrededores podrás encontrar los almacenes De Bijenkorf, el museo de cera Madame Tussaud y una iglesia gótica del siglo XV, entre otros edificios. Pero hay dos construcciones de la Plaza Dam que merecen una mención especial.
Monumento Nacional
En el centro de la plaza se encuentra este monumento de 22 metros de altura, en conmemoración a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial.
El día 4 de mayo, que es el Día Nacional del Recuerdo, la familia real y los residentes se unen alrededor de este monumento para rendir homenaje y presentar sus respetos a los soldados caídos en la guerra.
Su diseño estuvo a cargo del arquitecto neerlandés JJP Oud. Se inauguró justamente un 4 de mayo de 1956 por la reina Juliana y tuvo dos restauraciones a lo largo de los años.
En el 2009 fue declarado Monumento Oficial de Patrimonio Nacional.
Excursiones desde ÁmsterdamPalacio Real de Ámsterdam
El Palacio Real supo ser el ayuntamiento de la ciudad desde el año 1655 hasta el año 1808, en que se convirtió en residencia real por órdenes de Luis Bonaparte.
Hoy en día no es la residencia de los reyes, pero sí es el palacio de recepción oficial de William-Alexander y Máxima.
Los eventos más importantes que ocurren en el palacio son las visitas de los estados, que es cuando el rey invita a un jefe de estado extranjero a visitar los Países Bajos.
El jefe de estado visitante y sus acompañantes pasan la noche aquí, por lo cual unas semanas antes se prohíbe el ingreso a los visitantes para que todo esté en óptimas condiciones.
El Palacio es el edificio más grande y prestigioso de la Edad de Oro de Ámsterdam, diseñado por el arquitecto Jan van Campen, quien quiso demostrar la riqueza y el poder que la ciudad tenía en el siglo XVII
Podrás acceder a él mediante una visita guiada, en la que recorrerás gran parte del palacio como el imponente Salón del Ciudadano y sus galerías de mármol; en el mobiliario verás vestigios del reinado de Luis Bonaparte. Si quieres realizar esta visita, ingresa al sitio web del palacio para adquirir los boletos con anticipación.

Hasta aquí nuestra guía de qué ver en Ámsterdam. Esperamos que te sea de utilidad para planear tu viaje a esta hermosa ciudad de los Países Bajos…