La famosa ciudad de Florencia, en Italia, es meca de la cultura artística italiana y europea.
Hay tanto arte dentro de sus galerías, museos y calles que es difícil saber cuáles son las obras de arte que ver en Florencia, especialmente considerando que las multitudes hacen que cualquier experiencia sea al menos una hora más larga de lo que podrías esperar.
Una forma simple de tener el problema resuelto es participando de alguna de las muchas visitas guiadas que hay en Florencia, ya sea por alguna galería o museo en particular, como por toda la ciudad.
Para ayudarte a decidir qué visita guiada tomar, preparamos un listado de las mejores obras de arte que ver en Florencia, junto con información sobre su ubicación. De esta forma, no te irás de la ciudad sin ver las obras de arte que no puedes perderte en Florencia. ¡Comencemos!
Estatua del David
La parada obligatoria en cualquier viaje a Florencia debería ser la Galería de la Academia, llena de obras de arte que ver en Florencia, y el lugar donde se encuentra la legendaria estatua del David, de Miguel Ángel.
Originalmente se exhibió en la Piazza della Signoria, pero tuvo que ser trasladado al interior en 1873 para protegerlo de los daños climáticos.
Lamentablemente, el David no ha estado completamente libre de daños en su nuevo hogar. En 1991, un hombre rompió con un martillo parte del dedo del pie de David. “Gracias” a eso, ahora hay una barrera de vidrio de 1,5 metros de alto que rodea la obra de arte, aunque aún puedes disfrutar de una vista de 360 grados, por lo que tampoco es tan grave de cara a tu visita.
Si vas temprano en la mañana, tendrás una mejor vista de la estatua porque habrá menos gente.
Actualmente podrás ver una réplica en la Piazza della Signoria.
Los prisioneros
En el pasillo que te lleva hasta el David, podrás ver la serie de 4 esculturas que representan formas humanas saliendo del mármol, conocidas como Los Prisioneros.
Las imágenes que pueden verse llevan el nombre de El esclavo que despierta, El esclavo barbudo, El Atlas y El joven esclavo.
Algunos especulan que Miguel Ángel dejó las estatuas sin terminar a propósito, para representar a los humanos que intentan liberarse de sus atavíos materiales. Aunque otros dicen que lo más probable es que estas estatuas sean el resultado de comisiones fallidas, y se mantuvieron en su estado inacabado debido a restricciones fiscales. Eso sí, está claro que es mucho más poético pensar en todas las estatuas que representan la trampa, la libertad y la energía reprimida.
También son la encarnación perfecta de la famosa cita de Miguel Ángel: «Vi al ángel en el mármol y tallé hasta que lo liberé».
La puerta del paraíso
Lorenzo Ghiberti creó la Puerta del Paraíso a mediados del siglo XV, específicamente entre los años 1425 y 1452, para decorar la entrada este del Baptisterio del Duomo, que se encuentra ubicado frente a la catedral de Santa María del Fiore.
Luego de una inundación en el año 1966, la puerta original fue reemplazada por una réplica (la que se ve hoy) y las originales se restauraron y ubicaron en el Museo dell ’Opera del Duomo, ubicado en las inmediaciones.
Las puertas están hechas de bronce, miden 5 metros de alto y pesan aproximadamente 3 toneladas. Se componen de 10 paneles diferentes, cada uno mostrando una escena diferente de la Biblia.
En la época de Ghiberti, las esculturas y las obras de arte eran una forma de educar a los analfabetos y compartir las historias de la Biblia.
Cuando Miguel Ángel puso sus ojos en estas puertas por primera vez, dijo que eran aptas para adornar las puertas del mismísimo cielo, y la obra maestra de Ghiberti se ha considerado de esa manera desde entonces. Los amantes del arte que lo vean por primera vez seguramente estarán de acuerdo.
El nacimiento de Venus
El nacimiento de Venus, de Sandro Boticelli, es una de las pinturas más famosas del mundo.
Según el mito, Venus nació de la espuma de una ola. Luego, flota a tierra en una concha donde su criada espera para vestirla, mientras el Sr. y la Sra. Viento se entrelazan junto a ella y le tiran el pelo hacia un lado.
El cuerpo de Venus no es sensual, sino inocente, porque Boticelli pensó que hacerla desnuda era una forma de apreciar a Dios.
El uso de pasteles de Boticelli en esta pieza pretende evocar una sensación de primavera y renovación.
El rostro de Venus en esta pintura se ha reproducido innumerables veces. La obra en sí es una de las obras de arte más visitadas en el segundo piso de la Galería Uffizi, rivalizada principalmente por la Venus de «Medici», ubicada al final del pasillo.
Tendrás que luchar contra docenas de personas y grupos de turistas solo para obtener una vista completa, por lo que es mejor ir bien tarde, justo antes del cierre.
El David
Hay muchas estatuas de David en Florencia. El personaje es significativo para la ciudad ya que simboliza la libertad en general y la libertad de las ideas republicanas. Florencia, en algunos momentos de su historia, tuvo que luchar para preservar su posición como el lugar de nacimiento del Renacimiento moderno.
El David de Donatello, tallado antes que el de Miguel Ángel, está hecho de bronce y mide 1.58 metros, y se puede encontrar en el Museo Bargello.
Una interpretación de la estatua se centra en la pluma del casco del Goliat asesinado. Si miras de cerca, verás que se estira por la pierna derecha de David hacia su ingle.
Se ha dicho que esto simboliza y condona en secreto la homosexualidad, un pecado del más alto nivel en aquel momento.
Fuente de Neptuno
Encargada por la familia Medici y construida por el escultor Bartolomeo Ammannati, la enorme Fuente de Neptuno se encuentra en medio de la Piazza della Signoria, en el centro de la ciudad.
El rostro de Neptuno en el centro sigue el modelo de Cosimo I de’Medici para aludir al dominio de Florencia sobre el mar.
Como el David de Miguel Ángel, la fuente no ha estado libre de daños. Un sátiro fue robado en el siglo XIX y recientemente, en 2005, unos vándalos subieron a la estatua de Neptuno y le cortaron la mano.
Desde entonces, la seguridad en el área ha aumentado significativamente y los huéspedes deben tomar fotografías desde más allá de la barrera que separa la fuente.
Capilla de los Medici
Si bien se siente un poco raro entrar al Mausoleo de la familia Médici para ver una obra de arte, este es el mejor lugar para encontrar piezas de Miguel Ángel.
Si bien la Basílica de San Lorenzo alberga las tumbas de 50 miembros de la familia Médici, hay dos tumbas de mayor interés: las de Giuliano y Lorenzo de Médici. La tumba de Lorenzo lo muestra en el medio en una posición pensativa. Está destinado a representar la vida contemplativa, y Miguel Ángel hizo grandes esfuerzos para esculpir un rostro que siempre permanecería en la sombra. A su izquierda está el amanecer, como si despertara de su letargo, y a su derecha está el crepúsculo, la contraparte masculina del amanecer.
Compara esto con la tumba del primo de Lorenzo, Giuliano, que presenta la noche y el día como figuras a ambos lados del príncipe Médici.
El propio Giuliano está destinado a parecerse al estándar de belleza, con un cuello largo exagerado y una postura que simboliza un estilo de vida activo.
El mausoleo está inacabado, pero se dice que la arquitectura en sí está destinada a evocar una sensación de purgatorio, con ventanas ciegas y formas más perfectas y círculos concéntricos acercándose a la cima.
Gruta de Buontalenti
Los fanáticos de la obra literaria “Infierno” de Dan Brown, reconocerán esta gruta que se encuentra en los jardines de Boboli detrás del Palacio Pitti.
Los jardines en sí son impresionantes para recorrer y tienen un sinfín de placeres para fotógrafos y fanáticos del arte. Pero la gruta de Bountalenti, que se abre al público solo una vez al día a las 3:30 pm, es una vista realmente impresionante.
Hay tres cámaras para recorrer: la primera, y la más fácilmente visible desde el exterior de la puerta, consiste en frescos en las paredes y el techo de Bernardino Poccetti. Está destinada a crear la ilusión de una gruta natural, un refugio para que los pastores se protejan de los animales salvajes. Originalmente albergó a «Los prisioneros» de Miguel Ángel antes de que fueran trasladados a la Academia.
La segunda cámara contiene una estatua de París y Helena de Vincenzo de Rossi.
La tercera y más alejada cámara de la gruta alberga la famosa Venus de Giambologna. Hay rumores de citas románticas aquí entre los miembros de la familia Médici y sus amantes.
Además, si Dan Brown está en lo cierto, hay una entrada al corredor de Vasari escondida al final de la tercera cámara.
Hasta aquí hemos llegado con nuestra lista de las 8 obras de arte que ver en Florencia sí o sí. Por supuesto, no son las únicas, ya que cada rincón de la ciudad tiene una obra de arte que apreciar, pero son un buen punto de partida para un viaje cultural por una de las ciudades más cargadas de historia y cultura del planeta.
¿Conoces alguna de estas? ¿Crees que falta alguna en esta lista? ¡Déjanos tus comentarios!
